viernes, 14 de septiembre de 2012

Maraña

Que no es una duda que aparezca y desaparezca de vez en cuando. Es una duda que se esconde y vuelve cuando sopla el viento... Y hoy ha vuelto, anoche se paseó y hoy se queda, quizá se marche mañana con paso lento, pero seguro o quizá no. Quizá esta vez haya regresado con la maleta cargada y con intención de mudarse a esta cabeza.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Diario de un peatón

Lo que debería estar haciendo es estudiándome "¿Qué es la Literatura Comparada?" o Principios de análisis del texto literario y leyendo "Continuidad de los parques" de Cortázar, La rosa de los vientos de Ursula K. Le Guin, y un largo etcétera... Pero estoy aquí invirtiendo el tiempo en esto, que no es lo mismo que malgastar. ¿Se puede malgastar el tiempo? ¿Se puede decir que perdemos el tiempo en algo? Intentamos madrugar para estudiar y acabamos levantándonos a las 12 y decimos "toda la mañana perdida". ¿Perdida? ¿Perdida por qué? Mientras dormíamos la aprovechábamos al máximo. Mientras enredábamos con los apuntes dibujando tonterías en los márgenes también la aprovechábamos, la aprovechábamos para pensar, disfrutar, evadirnos de las letras durante 5, 10, 20 minutos, cuando reíamos con nuestro amigo de cualquier tontería mientras memorizabas un tema también se aprovechaba. El tiempo SIEMPRE se aprovecha, lo que a veces no aprovechamos son las oportunidades y esas sí se malgastan. Cada momento, por insignificante que sea forma parte de tu vida y nunca se derrochan, simplemente se emplean mejor o peor. Hay que aprender que todo tiene una parte positiva y una negativa y hay que aprender a verlas desde las dos perspectivas. No mires siempre desde el punto negativo, pero tampoco te confíes mirando positivamente. Busca el punto medio, el equilibrio, que lo bueno compense lo malo  y sé feliz.

lunes, 13 de agosto de 2012

Eran otros tiempos

Antes o después las cosas que has dejado atrás te alcanzan. Y las cosas más estúpidas, cuando estás enamorado, las recuerdas como las más bonitas. Porque su simplicidad no tiene comparación. Y me dan ganas de gritar. En este silencio que hace daño.

martes, 7 de agosto de 2012

Que si me paras los pies... me salen alas

Lo más absurdo del mundo es reprimir los sentimientos. Si tienes ganas de reír ríe hasta que te duela la barriga, si tienes ganas de llorar llora hasta que te quedes seco, si te apetece gritar grita hasta quedarte afónico, si necesitas silencio aíslate hasta que escuches tus propios pensamientos... Cada vez tengo más claro que la vida te brinda pequeños detalles que tienes que aprovechar, que cuando sucede una cosa, por insignificante que sea, es por algo. Siempre hay algo mueve las casualidades. Cuando menos lo esperas, pum, aparece alguien que te cambia, ya sea por minutos o te marca para siempre. Que la gente va y viene, unos van, otros se quedan, otros los tienes al lado y hasta que no te fijas bien no te das cuenta de lo que puede llegar a hacer esa persona por tí, a otras, sin embargo, les damos la importancia que no tienen ni se merecen por la simple costumbre del día a día. A esa persona, escondida desde hace algún tiempo, gracias por comprenderme, pero sobre todo, gracias por escuchar, solo necesitaba eso, cambiar los papeles por una vez y desahogarme yo, ahora tengo las cosas más claras. Gracias porque hoy me han vuelto las ganas de saborear la vida. Porque tiene razón, a veces hay que ser un poco egoístas y pensar en nuestra propia felicidad, que hay que aprovechar ahora, a los 20, que aun tenemos toda una vida de ataduras por delante...

viernes, 3 de agosto de 2012

Destrozó el cristal de mis gafas de lejos

Otro viernes vacío. Como aquel lunes y el otro martes, además del miércoles pasado, sin olvidarme de ayer y del sábado de hace dos semanas.

lunes, 30 de julio de 2012

Desencuentro con los sentidos

Tenemos 5, aparentemente algunos pasan desapercibidos, pero cuando alguno falla se nos viene el mundo encima. El tacto, divertido, espontáneo. Nos hace viajar por todos los recovecos de nuestro hermoso cuerpo. El más mínimo roce te lo dice todo. Ese cosquilleo es capaz de hacer explotar hasta al más tranquilo. Un soplo de viento, tranquilidad absoluta al sentir la mano cercana que nos ayuda en nuestro día a día. La vista, indiscreta, despistada, minuciosa. Lo puede ver todo o puede estar cegada a más no poder. Nos invita a disfrutar de lo que nos rodea, de formas, colores... Un poco subjetiva, a veces nos muestra solo lo que queremos ver y otras nos lo oculta de una forma inconsciente. Para mí los ojos son el verdadero reflejo del alma. No hay nada como mirar los ojos de la gente extraña para imaginar qué tipo de carácter tienen. Ojos enfadados, tristes, deseosos, ardientes, cansados, soñadores, triunfadores, alegres, desafiantes. Redondos, rasgados, grandes, pequeños, cerrados, abiertos. Hablan por sí solos. Es imposible engañar con ellos, ¿o acaso se pueden poner ojos rebosantes de alegría cual sonrisa falsa? El gusto, dulce, amargo, salado. Lo más divertido es explorar nuevas rutas de sabores. Conectar con otras bocas que esperan conexionar con alguna que realmente encaje. Saborear, sentir, dejarse llevar. Actúan por sí mismas, es difícil pararle los pies a la boca una vez que se ha desatado. El oído, meloso, caótico. Escuchar es uno de los grandes placeres de la vida. El oído es el sentido con el que más aprendes. El olfato, ligero, veloz, instantáneo. De una pasada nos transporta al lugar más recóndito de nuestra olvidadiza memoria. Como un relámpago nos sitúa en aquel momento, en aquella instantánea. 
Todos son preciosos y todos nos engañan a diario...

viernes, 27 de julio de 2012

He vuelto

Después de mucho tiempo, vuelvo. Estos últimos meses mi vida ha sido un caos. Voy a la deriva, sin rumbo, sin un porqué. A veces también es bueno andar por andar, sin tener un objetivo, salir a ver con qué te encuentras. Y así estoy yo. Deambulando de un lado para otro, sin esperar nada, tan solo observando los pasos de mi camino y deseando que se aparezca algo que lo hago épico. Quizá por desgana, quizá por vaguería, o tal vez por pasotismo, miedo, desilusión... Necesito aire, libertad para moverme, para hacer lo que quiera cuando quiera y donde quiera. Cerrar los ojos en un sitio y abrirlos en otro, en el que el azar quiera, lejos o cerca, pero otro. Un nuevo lugar, nuevo ambiente, nuevas caras, nuevas sensaciones. Un nuevo vivir.